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“Me sentí muy incómoda. Algo así como que perdí la cabeza haciendo esa película y esta todavía no había vuelto. Entonces tuve que ponerme de pie frente a gente y sentir algo que en verdad no sentía, que es una felicidad sin complicaciones”. Con estas declaraciones a The Guardian, Anne Hathaway sorprendía a todo el mundo. La ganadora del Oscar por Los Miserables se sinceraba en una íntima entrevista en la confesaba haber fingido una felicidad en el escenario que distaba mucho de la realidad.
“Es algo obvio, ganas un Oscar y se supone que estás feliz. No me sentía de esa manera. Me sentí mal porque estaba de pie con un vestido que cuesta más que lo que algunas personas van a ver en toda su vida, y por ganar un premio por representar el dolor que todavía sentía una gran parte de nuestra experiencia colectiva como seres humanos”, continuaba una Anne Hathaway para sorpresa de todos.
“Intenté fingir que era feliz. Esta es la verdad y lo que ocurrió. Apesta. Pero lo que aprendes de ello es que te sientes como que puedes morir de vergüenza, pero en realidad no lo haces. Aquí está la esperanza de que algún día en un futuro no muy lejano, las desgracias de Fantine se encontrarán solo en las historias y nunca jamás en la vida real”. Concluía una Anne Hathaway a la que pronto veremos a las órdenes de Nacho Vigalondo en Colossal o en el remake femenino de Ocean´s Eleven.