Al arrancar con un titular de este tipo, lo normal es que a muchos se les venga a la cabeza una nueva cinta de Star Wars, alguna superproducción de superhéroes o la idea que revolotea por la mente de James Cameron. Sin embargo, los tiros van por otro sitio bien distinto…
Desde hace tiempo viene fraguándose algo grande. No hablamos de una superproducción descomunal, sino de una de las historias más hermosas jamás conocidas. La Bella y la Bestia se está convirtiendo en algo mucho más grande de lo que nadie podía imaginar. Todavía falta un tiempecillo para su aterrizaje en salas, previsto para el 17 de marzo de 2017. Sin embargo, el fenómeno que se está generando alrededor de la película está alcanzando niveles cercanos a lo vivido con la séptima entrega de Star Wars.
Las redes arden, el público se enamora y la inolvidable canción del clásico de 1991 flota en el ambiente. El hype se dispara alrededor de un filme cuyo techo se desconoce. En un primer momento se hablaba de la posibilidad de que la película rondase los 1000 millones de dólares, como ya ocurriese con recientes cintas del mismo perfil (véase El Libro de la Selva). Sin embargo, las previsiones no hacen más que dispararse, hasta el punto de que ya se levantan numerosas veces apuntando a una cifra más cercana a los 2.000 millones de dólares en taquilla. Parece una locura, pero no se descartan ni los 2.700 millones de Avatar, el récord absoluto de la historia del cine.
Tiene una historia seductora para cualquier público, un elemento nostálgico más que importante y todo apunta a que el nivel de la cinta es más que elevado. Disney no va a escatimar en esfuerzos para hacer realidad el sueño de hacer historia.