La maleta de Newt Scamander sólo puede compararse con el bolso de Mary Poppins. El emblemático zoólogo vive por y para unas criaturas mágicas que, poco a poco, se están extinguiendo del planeta. Su labor no es otra que la de buscarlas a todas y desarrollar una enciclopedia en el que se recoja toda la riqueza animal de un mundo mágico que agoniza. De hecho, el título de su obra también es de la sensacional película que llega hoy mismo a nuestras carteleras.
Para que no te pillen despistado, hoy hemos querido prepararte una guía básica de esos animales fantásticos. Aún así, se trata de los más activos en una película que no dejará de sorprenderte por lo variado de su fauna.
1. El Niffler: Empezamos por nuestro favorito. Esta especie de topillo tiene una afición desmedida por las cosas brillantes. La simpática criatura es un auténtico quebradero de cabeza para Scamander.
2. El Bowtruckle: Parece un familiar cercano de Mini-Groot y es igual de cuqui que el personaje de “Guardianes de la Galaxia. El fiel compañero de nuestro protagonista tiene mucha mano para abrir cerraduras. A partir de ellos se construyen las varitas.
3. El Swooping Evil: Es como una especie de yoyó animal. Al bicharraco le sobra la mala leche, pero puede ser buena mascota en las manos adecuadas. A pesar de lucir como un diminuto capullo, al despertar despliega unas imponentes alas y saca su temible rostro.
4. El Ave de Trueno: Si los muggles americanos son de águilas calvas, los magos adoran a las Aves de Trueno. Es una criatura de gran tamaño, regia y aviaria nativa del árido clima de Arizona. Su cabeza es similar a la de un águila o, en el mundo mágico, a un hipogrifo. Sus múltiples poderosas alas brillan como estampados de nubes y sol y sus aleteos pueden crear tormentas. Las aves del trueno pueden, además, sentir el peligro
5. El Demiguise: Bastante majo, la verdad. Asustadizo y práctico, este animal resulta de lo más achuchable. Tiene el poder de volverse invisible cuando quiere y es bastante pacífico. No necesita meterse en muchos líos, ya que puede percibir hechos un tiempo antes de que se produzcan. Eso va bien para evitar problemas.
6. El Occamy: Este cruce entre ave y dragón nace de huevos de plata, por lo que siempre es rentable criar algunos. Pese a que suelen tener un tamaño modesto, lo cierto es que sus dimensiones se adaptan a las del lugar en el que aniden. Esto significa que pueden ser como una cestita de mimbre, o como una catedral.