Si un hombre ha marcado los últimos años del cine español, ese ha sido Alejandro Amenábar. Compositor, guionista y director, Amenábar irrumpía en el panorama cinematográfico patrio con “Tesis” en el año 1996 y marcaba un antes y un después en nuestra concepción de la industria. Con él empezaba el relevo de esa generación que despuntaba en nuestro país desde la llegada de la democracia y se comenzaba a apostar por un cine más global y sin complejos. El cine costumbrista o de denuncia social (por otra parte brillante) que imperaba en el panorama español, se encontraba de golpe y porrazo con una nueva concepción fresca y arriesgada. Y todo gracias a un jovencito de 24 años. El resultado serían siete premios Goya para “Tesis” (incluyendo mejor película y director) y el descubrimiento de un auténtico maestro del suspense que ya mostraba claramente el género en el que se encontraba más cómodo. Un año después llegaría otra lección magistral de cine con “Abre los ojos”, pero la cumbre formal y narrativa del director no llegaría hasta 2001, con una cinta que se convertiría instantáneamente en un clásico del cine patrio: “Los Otros”
“Los Otros” es una cuestión de pulso. Alejandro Amenábar nos invita a escuchar su nueva sinfonía de tres movimientos, donde nos lleva al ritmo que solo son capaces de marcar los más grandes. El director empieza a tejer una tela de araña en el minuto uno que nos va atrapando poco a poco hasta dejarnos sin oxígeno. Pese a que su pequeña sociedad con Mateo Gil a la hora de elaborar guiones hace un alto con “Los Otros”, resulta imposible entender al Amenábar guionista sin la influencia narrativa de Gil. Desde “Tesis” hasta “Ágora” ambos amigos has patentado un estilo único tan reconocible como lo era el del gran tándem de nuestro cine Berlanga-Azcona. Con semejante partitura en la mano, Amenábar empieza a tocar una melodía hipnótica que nos conduce al absoluto terror de su desarrollo para terminar con un clímax tan sorprendente como sobrecogedor. Lo hace con la honestidad de quien plantea unas reglas de juego que respeta hasta las últimas consecuencias.
Corre el año 1945. La Segunda Guerra Mundial ha terminado y Grace (Nicole Kidman) espera día tras día la llegada de su marido, recluida en su aislado caserón victoriano de la Isla de Jersey junto a sus dos hijos. Los niños sufren una extraña enfermedad que les impide exponerse directamente a la luz del sol. Esto, junto a las rígidas normas religiosas que impone Grace, condicionará el trabajo de los tres nuevos sirvientes que se incorporan al trabajo en el caserón. La casa siempre debe estar en penumbra y nunca se abre una puerta sin cerrar la anterior. A Grace nunca se le escapa nada. Pero unas extrañas circunstancias empiezan a amenazar el impecable orden marcado por la mujer. Algo extraño y siniestro se respira en el ambiente de una mansión tan grande, como claustrofóbica.
El director hace del suspense, poesía. Convierte el terror en arte. La penumbra del hogar de Grace se cuela en nuestras mentes y en nuestros corazones para apretarnos poco a poco hasta darnos cuenta de que casi no podemos ni respirar. Seguramente sea el trabajo más clásico en apariencia de Amenábar. No deja de ser cierto, si bien la mezcla de ese clasicismo imperante con las artimañas propias de la casa convierten a “Los Otros” en un producto único.
La brillante dirección de actores característica de Amenábar alcanza su punto cumbre a la vez que Nicole Kidman alcanza su techo interpretativo con una Grace que forma ya parte de la historia de nuestro cine. Javier Aguirresarobe pone de manifiesto una vez más que es uno de los mejores directores de fotografía del planeta. El que quiera criticarla la comparará con otra película de estructura similar que se estrenaba unos meses antes. El que quiera ser justo, valorará infinitamente esta magnífica película de terror que, de haber tenido más suerte contaría con varios Oscars en su haber. Por todos estos motivos, y otros mil que no nos caben, nuestra crítica terrorífica de esta semana es para “Los Otros”.
Qué bonita sensación fue comprobar al final de la película que los vivos eran los muertos y viceversa. Fue sorprendente y obligó a repasar mentalmente todo lo visto hasta ese momento en una fracción de segundo. Muy buena película y muy buena interpretación de Nicole Kidman.
LA VÌ 2 VECES: EXCELENTE!!!!
Es buena. Me gusta. De hecho es casi la única película española que me gusta. A mi sorprendente no me pareció, no sólo por la peli que mencionas, sino por "Por otra vuelta de tuerca" a la que se puede decir que plagia/homenagea sin muchas contemplaciones. Amenabar muy bien. Por eso no rueda más. Aquí a los buenos los desterramos.
Es buena. Me gusta. De hecho es casi la única película española que me gusta. A mi sorprendente no me pareció, no sólo por la peli que mencionas, sino por “Por otra vuelta de tuerca” a la que se puede decir que plagia/homenagea sin muchas contemplaciones. Amenabar muy bien. Por eso no rueda más. Aquí a los buenos los desterramos.
LA VÌ 2 VECES: EXCELENTE!!!!