De las películas de Marvel nos gusta casi todo. La Casa de las Ideas lleva años facturando películas sensacionales y tejiendo un universo cinematográfico que ha conseguido seducir a millones de espectadores alrededor de todo el planeta. La mayoría de piezas encajan a la perfección, pero el campo de los villanos sigue siendo la asignatura pendiente. Entre las muchas películas que ya hemos podido ver, sólo el Loki de Tom Hiddleston ha estado a la altura de lo esperado. Un balance demasiado pobre para una compañía que tiene a su disposición a tipos del calibre de Cráneo Rojo.
Si no luce el villano, la película jamás alcanzará su mejor nivel. Eso deben haber pensado en Marvel a la hora de desarrollar el guión de Spider-Man: Homecoming. Con sólo un puñado de planos, el Buitre de Michael Keaton ya ha conseguido que todos nos quedemos con la boca abierta. No es para menos, ya que el genial actor vuelve a desplegar todo su talento para ponerlo al servicio de la empresa. Este Buitre da mucho miedo.
Así, después de ver como las últimas cintas de Spider-Man desperdiciaban el potencial de sus villanos, parece que el regreso a Marvel le ha sentado bastante bien y que la compañía está cambiando su política de “tipos malos”.