Ha pillado a todo el mundo por sorpresa. La industria se ha visto golpeada por una sorprendente muerte que ha causado enorme dolor. Alan Thicke, uno de los rostros más conocidos del cine y la televisión de las últimas décadas, fallecía a última hora de ayer a consecuencia de un infarto fulgurante y con sólo 69 años. El actor estaba jugando al hockey con uno de sus hijos cuando sufrió un ataque al corazón. Inmediatamente era trasladado a un hospital de L.A., donde nada se podía hacer por su vida.
El hueco que Thicke deja en la industria es mucho más profundo de lo que podemos llegar a imaginar. Durante más de cuatro décadas, el actor no ha dejado de trabajar ni un sólo instante. Especialmente prolífica ha sido su carrera en la pequeña pantalla, con series del calibre de Se ha escrito un crimen o Matrimonio con hijos. A partir de ahí, los innumerables papeles interpretados por el actor le hacían trabajar con decenas de actores reconocidos, por lo que las muestras de dolor no han dejado de sucederse en las últimas horas.
Sea como fuere, Alan Thicke siempre será recordado por dar vida a Jason Seaver, el padre de aquella inolvidable familia de Los problemas crecen. Hasta siempre, amigo Alan…