Pocos hay como él. Cuando uno habla de Steven Spielberg, tiene que quitarse el sombrero. Tras más de cuatro décadas entregadas al mundo del cine, lo cierto es que cualquier cinéfilo está en deuda con un tipo de impresionante filmografía. Ya no es sólo el hecho de que estemos ante el responsable directo de Tiburón, Indiana Jones, La Lista de Schindler, E.T, Jurassic Park o Salvar al soldado Ryan, sino que su mano se encuentra también tras obras del calibre de Los Goonies, Star Wars o Gremlins.
Así las cosas, cualquiera pensaría que cada paso en la carrera de Steven Spielberg ha sido un éxito, pero nada más lejos de la realidad. El tremendo director también ha tenido patinazos. Parece que Mi amigo el gigante sea lo único que se le ha ido de las manos en todos estos años, pero es fracaso económico del filme estrenado el pasado verano no han hecho olvidar a Spielberg la cinta que más odia de toda su carrera.
Pese a que muchos la miramos con ojos benevolentes y con un arrebato de nostalgia, lo cierto es que Hook nunca funcionó. Spielberg llevaba toda su vida deseando acercarse a la historia de Peter Pan. El director nunca había ocultado que, desde su infancia, dirigir una película basada en el personaje de James M. Barrie era su gran sueño. La elección consistió en una versión de la historia que mostrase, en pleno arrebato de nostalgia, a un Peter Pan que ya ha crecido. Para ello se rodeaba de un impresionante reparto liderado por Robin Williams, Dustin Hoffman, Julia Roberts y Maggie Smith. Además, la inversión económica era más que llamativa.
Algo no funcionaba. Hook era incapaz de llegarnos al alma, Cada elección de trama, personajes o puesta en escena parecía errónea. Por primera y única vez en su carrera, Steven Spielberg caía víctima de una presión que él mismo se había puesto durante tantos años. Hook, se quedaba muy por debajo de las expectativas creativas y económicas. Pese a resultar un filme rentable, Spielberg nunca olvidará una película que ya ha cumplido 25 años y que recuerda con recelo.