El cetro de Avatar se encuentra en serios aprietos. Después de un año plagado de decepciones cinematográficas y batacazos de taquilla, lo cierto es que el 2017 promete resultar todo lo contrario. El Spider-Man de Marvel o La Bella y la Bestia de Disney están llamadas a ingresar en la lista de las cintas más taquilleras de la historia. Sin embargo, un proyecto se los llevará a todos por delante…
Efectivamente, hablamos de Star Wars VIII. La segunda entrega de la nueva trilogía galáctica podría romper todos los récords de taquilla imaginables. Pese a que todavía falta un año para su estreno, las previsiones de Disney se acercaban a los 2.068 millones de dólares logrados por Star Wars: El despertar de la Fuerza. Sin embargo, los excepcionales resultados que está logrando Rogue One hacen pensar que la cosa podría ir mucho más allá. Sin tener ni la mitad del tirón mediático de los capítulos oficiales, las previsiones apuntan a que el primer spin-off intergaláctico podría terminar con una taquilla cercana a los 1.300 millones de dólares (lleva casi 900 antes de su estreno en China). La cifra es muy superior a lo esperado, por lo que en Disney se han visto obligados a modificar previsiones al laza.
Sea como fuere, los 2.788 millones de Avatar todavía parecen lejanos. Es ahí donde entra un elemento que podría poner patas arriba la ecuación: La muerte de Carrie Fisher. La actriz encargada de dar vida a la mítica Princesa Leia fallecía de forma repentina a los 60 años, golpeando de forma directa el mentón de millones de fans. Como hemos visto en los casos de Heath Ledger o Paul Walker, estas circunstancias suelen llevar aparejadas un aumento considerable del interés, ya que se trata de la despedida de una actriz legendaria. Así, la marca de Avatar parece más cercana que nunca.