Adam se despierta encadenado a un tubo oxidado dentro de una decrépita cámara subterránea. A su lado, hay otra persona encadenada, el Dr. Lawrence Gordon. Entre ellos hay un hombre muerto. Ninguno de los dos sabe por qué está allí, pero tienen un casette con instrucciones para que el Dr. Gordon mate a Adam en un plazo de ocho horas. Recordando una investigación de asesinato llevada a cabo por un detective llamado Tapp, Gordon descubre que él y Adam son victimas de un psicópata conocido como Jigsaw. Sólo disponen de unas horas para desenredar el complicado rompecabezas en el que están inmersos. ¿Qué es esto? Pues la premisa de la cinta más importante del terror moderno.
Desde que James Wan se luciese allá por 2004, Saw ha pasado a convertirse en una de las grandes sagas del género. Tan fuerte pegaba la idea, que los sucesivos años se convertían en una cascada de estrenos de nuevas secuelas, cada vez más desacertadas. Así, en el año 2010, Saw VII parecía cerrar un ciclo que, siete años más tarde, promete reabrirse a lo grande.
El próximo 27 de octubre llegará a las salas de todo el planeta Saw: Legacy, la esperadísima octava entrega de la franquicia y la película que promete reconectarnos con Jigsaw y compañía. Michael y Peter Spierig, los autores de esa auténtica maravilla llamada Predestination serán los responsables de dirigir un filme que ya tiene a sus dos primeros protagonistas confirmados. Tal y como acaba de saberse, Laura Vandervoort y Hannah Anderson las pasarán canutas en el regreso de Jigsaw. Grandes noticias para la saga.