A cualquier actor le gustaría aparecer en “Juego de Tronos”. Lejos de empezar a notar cierto desgaste, la popular ficción de la HBO ha conseguido que el fenómeno se dispare en una sexta temporada que, para muchos, es la mejor de cuantas hemos visto hasta ahora. Cada capítulo de la serie se convierte en un ejercicio de producción y puesta en escena absolutamente brillante. Si a ello le añadimos unas tramas y unos guiones memorables, el resultado no podía ser otro más que la devoción de millones de seguidores en todo el mundo.
Lo que pasa es que nadie podía imaginarse, allá por 2011, el descomunal nivel de popularidad que alcanzaría la serie. De haberlo sabido, seguro que Brian Cox habría aceptado el papel que le ofrecían en “Juego de Tronos”.
“Bueno, de forma estúpida lo rechacé en en las primeras temporadas porque no pagaban lo suficiente. Ahora tienen más dinero. Y fui tonto, porque ahora soy un completo adicto. Acabo de ver a mi amigo Ian McShane y pensé: ‘Oh, Ian sale’, así que me quedé a verle. Y pensé: ‘¿Ian lo ha hecho?’ e inmediatamente pensé: ‘Dios, deben de haberle pagado muy bien’, ¡porque conozco a Ian!”.
Así de arrepentido se mostraba el bueno de Brian Cox. El actor escocés perdía el que habría sido uno de los grandes papeles de su carrera con una decisión por la que se sigue tirando de los pelos.