“Los españoles son unos catetos” o “son culturalmente un poco atrasados”. Estas palabras las pronunciaba Miren Gaztañaga en un programa de la ETB hace ya varias semanas, pero con el estreno de El guardián invisible, cinta en la que tiene una pequeña participación, todo salía a la palestra. Las palabras de la actriz llevaban a iniciar una campaña de boicot contra el filme, hasta el punto de que el equipo lanzaba ayer un comunicado en el que se desvinculaban de las palabras de Gaztañaga y afeaban su conducta.
Ante la tormenta de críticas, Miren Gaztañaga decidía remitir a EFE un comunicado en el que se disculpaba por sus declaraciones y explicaba el contexto de unas palabras que la ponían en el ojo del huracán.
“Me refería a algunos de los estereotipos que existen en la sociedad en torno a una serie de temas. El programa tenía como centro tratar sobre diferentes estereotipos que se tienen sobre diversos temas en un formato de entrevista. Estereotipos a los que no soy ajena, sobre todo en un contexto de humor, pero que en ningún caso son representativos de lo que pienso. Quien me conoce sabe perfectamente que mi manera de pensar es amplia, inclusiva y muy respetuosa con los demás. Se recurría a los tópicos que a bote pronto se le pueden venir a la cabeza a cualquiera sobre temas como la pareja, el dinero y la familia“.
Entre otras palabras, la actriz también aprovechaba para admitir que “ha podido resultar particularmente desafortunado meterse en estos temas en formato de entrevista personal y no como parte de una serie de ‘sketches’ o programa de ficción, como se suele hacer habitualmente sin que se genere tanta polémica”. Del mismo modo, no faltaban una rotunda petición de perdón “a raíz de este malentendido que ha surgido, también en parte, a través de la manipulación y descontextualización de un material audiovisual. Nunca ha sido mi intención herir ni ofender a nadie”.