Es una de las cintas más idolatradas del nuevo milenio y, probablemente, la mejor película de superhéroes de la historia del cine. Muy poco es lo que podemos decir de El Caballero Oscuro que todavía no sepáis. La cinta de Christopher Nolan se convertía en un descomunal fenómeno allá por el año 2008 gracias, en parte, al desaparecido Heath Ledger y su inolvidable trabajo como El Joker. El tira y afloja entre el temible villano de Gotham y Batman resultaba glorioso, como quedaba de manifiesto en el primer encuentro entre ambos.
Como todos recordamos, el Joker y sus esbirros se plantaban en una fiesta donde también estaban Rachel y Bruce Wayne. Después de que el guasón la liase parda, Bruce se enfundaba su traje de Hombre Murciélago y se deshacía de todos. En ese instante, el Joker tomaba a Rachel como rehén y la lanzaba por la ventana. Batman saltaba tras ella y ambos aterrizaban sobre un taxi.
Sin embargo, según publicaba en su web Stephen Forrest.Smith, la secuencia que habían planeado era un poco distinta, de hecho, el dramatismo era superior y muy representativo de los derroteros que tomaría el filme, ya que Batman utilizaba su gancho pistola para sujetar a Rachel, que quedaba suspendida en el aire unos interminables segundos. Al mismo tiempo, el justiciero de Gotham trataba de mantenerse agarrado a la cornisa sin éxito. Atentos.
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