Michael Caine confiesa que sus días están contados

“Mis días están contados. La muerte es mi preocupación principal. He tenido que reducir el consumo de alcohol y siempre estoy buscando lo mejor contra el cáncer: comeré esto, haré aquello… Probablemente me caiga muerto hablando contigo, pero, sabes, he perdido una 30 libras (13,5 kilos) solo porque quiero ver crecer a mis nietos”.

Así de duras han sido las declaraciones de Michael Caine para The Sun of Sunday. El actor de 84 años no siempre ha llevado una vida todo lo ordenada que habría sido deseable. De hecho, el ganador del Oscar veía morir a su padre de cáncer, lo que le marcaba profundamente. Caine vive con el temor de que la enfermedad también acabe con su vida. Además sus viejos vicios ya le han dado más de un susto, hasta el punto de confesar que las cosas le están pasando demasiada factura y que ve su final próximo.

“Solía beber una botella de vodka al día y fumaba unos cuantos paquetes de cigarros. De no ser por mi mujer estaría muerto desde hace tiempo”. Las palabras del actor generaban cierta preocupación también en sus incontables fans. Algo preocupante parecían ocultar las palabras de uno de esos intérpretes que deberían vivir eternamente.