Parece que fue ayer, pero han pasado ya 20 años desde que un desconocido actor llamado Hugh Jackman se metía por vez primera en la piel de Lobezno en X-Men. Poco podíamos imaginar entonces que estábamos asistiendo al nacimiento de una de las estrellas más grandes de los últimos tiempos. Durante todos estos años, Jackman no ha hecho más que seducirnos a base de un descomunal talento para cualquier empresa, aderezado simpatía y amabilidad fuera de lo común. No es de extrañar que su despedida con Logan nos entristeciese tanto. Una despedida a medias, ya que pronto lo veremos de nuevo luciendo garras de adamantium en Deadpool 3.
Nadie puede negar que estos tiempos han estado plagados de éxito, pero no todo ha sido un camino de rosas. De hecho, tal fue el desencanto de Hugh Jackman con una de sus películas, que estuvo a un paso de abandonar el personaje. Efectivamente, no podía ser otra que la desastrosa X-Men Orígenes: Lobezno Así lo ha confesado en una reciente entrevista para Entertainment Weekly.
“Era incapaz de ver qué podía venir después. No sabía que hacer. No sabía a dónde ir. Pero definitivamente no creía que pudiera interpretar a Lobezno de nuevo. Sabía que a la gente le gustaba el personaje aunque no pasara lo mismo con esa primera película de Lobezno. Son muy claros conmigo. Tanto lo bueno como lo malo, simplemente me lo dicen. Es como una segunda familia, «¿En qué estabas pensando? te quiero tío, pero eso fue…»”
Por suerte, el bueno de Jackman decidió continuar luciendo sus garras de adamantium, lo que le llevaría a firmar sus dos películas más brillantes como Lobezno gracias a X-Men: Días del futuro pasado y Logan.