Era el Bruce Wayne perfecto. allá por los años 90, cualquier cinéfilo era incapaz de imaginar a Batman con un rostro distinto al de Michael Keaton. El sensacional actor había demostrado carisma y talento a raudales en Batman (1989) y Batman Vuelve (1992), por lo que Joel Schumacher no tardaba en levantar el teléfono para contactar con Keaton de cara a que este se convirtiese en el protagonista de su Batman Forever (1985).
Pese a la buena predisposición de Michael Keaton, todos los fans se quedaban asombrados después de conocer que el actor había declinado la propuesta de Schumacher. En cualquier caso, lo que estaba claro era que Val Kilmer tomaría el relevo y Batman viviría una década lamentable.
“El guión de la película nunca fue bueno. No entendía demasiado por qué Schumacher quería hacer lo que quería hacer, pero si tenía claro que el tono ligero que proponía no me gustaba”, afirmaba Michael Keaton en una entrevista concedida hace semanas. Así, el actor arrojaba luz sobre las razones que nos dejaron sin uno de los mejore Batman de la historia del cine.