Ha sido una de las sorpresas más gratas del primer trimestre del año. Nuestro querido M. Night Shyamalan recuperaba su mejor nivel con Múltiple, la cinta en la que James McAvoy tiraba de personalidad múltiple para aterrorizarnos. Entre las incontables virtudes del filme se contaba un final que suponía una auténtica voladura de cabeza, pero que el director hindú estuvo muy cerca de cambiar.
“Este es el final alternativo que tenía para la Horda. Jugué con hacia dónde debíamos ir. ¿Realmente teníamos que meterlo? ¿Debía ir antes del rótulo, en la cafetería o después? Lo intenté introducir en cantidad de momentos, pero parecía no encajar. Ese era en realidad el final que teníamos pensado desde un principio para la Horda en el guión, pero después escribí el que al final pusimos en la película con la escena del espejo, y lo grabamos más tarde. Y de algún modo, ese final parecía encajar mejor. Tenía el aire con el que quería que la peli acabara”, explica el propio M. Night Shyamalan en los extras del DVD.
“Así que estuve manejando ese final durante un tiempo, cambiándolo de sitio y demás. Pero parecía demasiado oscuro, demasiado siniestro. Me hizo reflexionar sobre cuáles eran sus intenciones en realidad, qué era lo que le motivaba. Simplemente, no quería que las motivaciones de la Bestia se vieran reducidas a matar por matar. Por eso mismo escribí el final que se puede ver ahora en la película, con los espejos. Era más enseñarle al mundo de lo que éramos capaces… el final original era demasiado oscuro y espantoso”.