Antes de nada, nuestro más profundo respeto al que consideramos uno de los mejores directores de la historia del cine. Ridley Scott lleva cuatro décadas en lo más alto de la industria del cine. El veterano director es uno de esos elegidos que siempre ha conseguido mantenerse en la brecha y con un nivel más que envidiable. Alien, el octavo pasajero, Blade Runner, Gladiator o la reciente Marte son buena prueba de que estamos ante uno de los grandes. El hecho de que transcurriesen más de 35 años entre la primera y la última de las cintas mencionadas es buena prueba de ello.
Desde hace unos años, el bueno de Scott está viviendo una segunda juventud. Con la llegada del nuevo milenio, su media de películas se ha multiplicado hasta casi promediar una por año, muchas de ellas de gran nivel. No obstante, algunas han sido más que olvidables (que queremos ni recordar El Consejero).
A sus casi 80 años, el director se ha desatado, pero casi podemos decir que sus valientes planes están rozando la temeridad. Estas últimas semanas hemos conocido que tiene la intención de rodar hasta seis películas explorando los orígenes de los xenomorfos, lo que se nos antoja un exceso por mucho que nos guste el tema. Por si eso no fuese suficiente, el director estaría involucrado en hasta dos proyectos más de distinta temática, lo que da como resultado una agenda más que apretada.
A día de hoy, ver a Ridley Scott pregonando proyectos a diestro y siniestro ha comenzado a preocuparnos. No descartamos que el enrome director pueda con eso y más, pero mucho nos tememos que la calidad de su cine podría terminar por resentirse en lo que se nos viene. Alien: Covenant será el momento de comenzar a comprobarlo.