A todos se nos hacía evidente que lo suyo en Magic Mike era demasiado perfecto. A día de hoy, Channing Tatum es una de las grandes estrellas de Hollywood. Trabajos como Infiltrados en Clase o Todos los días de mi vida provocaban el actor comenzase a aparecer en las agendas de los directores más importantes de la industria, lo que venía a quedar de manifiesto tras sus enormes apariciones en Foxcatcher o en Los odiosos ocho, junto a Quentin Tarantino.
Sin embargo, los inicios del actor no fueron nada sencillos. En 2005, el joven comenzaba a hacerse un hueco en el mundo del cine con pequeños papeles. Sería un año después y por cortesía de Step Up cuando la carrera de Channing Tatum comenzaría a despegar de forma meteórica, hasta llegar a la actualidad. Atrás quedaba años de duro esfuerzo y sinsabores que incluso le llevarían a convertirse en stripper para salir adelante.
Efectivamente, allá por el año 2000, un club de striptease de Tampa, Florida, se convertía en el lugar de trabajo de un joven que se hacía llamar Chan Crawford. Sus habilidades para el baile y su impresionante físico tenían buena parte de la culpa del éxito de un tipo que se paseaba por el lugar sin saber que el destino le tenía preparado algo mucho más grande. Todo un fenómeno este Channing Tatum.