Ya nos va apeteciendo escribir unas líneas alegres para Johnny Depp, pero parece que no será hoy. El otrora estrella infalible del cine ha mutado en un tipo al que el drama parece habérsele enganchado en la ropa. Y es que los últimos años están convirtiéndose en una sucesión de desastres profesionales y escándalos personales para el bueno de Johnny Depp.
En esta ocasión, sus antiguos representantes han sido los encargados de volver a poner en entredicho la reputación del actor. En la demanda emitida contra el actor por sus deudas, The Management Group afirmaba cosas tan sorprendentes como que el actor no se aprende sus guiones y recurre a un pinganillo para que le vayan dictando sus líneas de texto. “Depp exigió que su ingeniero de sonido fuera puesto en nómina, para así no tener que aprenderse sus líneas”.
Hasta ahora todo el mundo pensaba que Johnny Depp utilizaba sus famosos auriculares mientras rodaba, pero ahora parece que la cosa ha adquirido una nueva dimensión. En cualquier caso, la guerra entre el actor y la compañía sigue empañando la reputación de Depp.