Como no había sido suficiente con reinventar el terror moderno con Saw, el bueno de James Wan se sacaba de la manga, allá por el año 2013, esa maravilla del género llamada Expediente Expediente Warren. Tanto el filme, como su secuela de 2016 se convertían en auténticas maravillas. Crítica y público caían rendidos a sus pies, como no podía ser de otra forma.
¿Qué pasa cuando le das al público un cine de semejante calidad? Pues que responde a lo grande. El director era capaz de convertir los 20 y 40 millones que ponían en sus manos para el desarrollo de las dos primeras entregas en 318 y 320 respectivamente. Así las cosas, no era de extrañar que los responsables de la franquicia decidiesen apostar por una nueva y novedosa entrega de Expediente Warren.
“Hay algunos expedientes que tal vez no son tan conocidos, pero que los Warren pasaron un buen tiempo investigando y de los que formaron parte. Claramente no podemos hacer otra película de casas embrujadas, ¿no? No podemos hacer otra posesión sobrenatural en una casa, con una familia en peligro. ¿Verdad? Por lo tanto, tiene que ser algo diferente, eso creo”, afirmaba el productor Peter Safran en declaraciones para Cinema Blend.
Lo que todavía no sabemos es si James Wan será el responsable de Expediente Warren 3. Por nuestra parte, cruzamos los dedos para que el maestro del terror moderno vuelva a regalarnos un trabajo marca de la casa.