El ser humano podrá crear, construir, conquistar y destruir lo que le plazca, pero la ferocidad de la naturaleza siempre escapará a su control. De entre los muchos mensajes que ofrecía Alien, el octavo pasajero, este era el principal de todos. La cinta de Ridley Scott nos ofrecía una visión del xenomorfo entendida como una pieza evolutiva especialmente salvaje dentro de la galaxia. Un detalle que ahora podría verse entre dicho de confirmarse la última filtración de Alien: Covenant.
Spoilers de Alien: Covenant.
Hace unas semanas al fin disfrutábamos del estreno de Alien: Covenant. En el filme nos encontrábamos a Michael Fassbender en su versión de David, el androide de Prometheus. El mismo mostraba una especie de criadero donde trabajaba en las mutaciones y evoluciones de esa especie que se dejaba ver al final de la primera entrega y que, por obra del androide, se convierten en los xenomorfos que conocemos.
De este modo, lejos de obedecer a un proceso de selección natural y a una jugarreta de la evolución en los confines de la galaxia, las temibles criaturas serían obra de la mano humana o, mejor dicho, de la mano androide.