Definitivamente, las cosas se están poniendo feas. Tras unos primeros meses de cine realmente esperanzadores, parece que estamos retomando la desastrosa tendencia del 2016. Las superproducciones vuelven a adolecer de falta de originalidad y se nos lanzan como si los espectadores fuésemos estúpidos. De hecho, el público parece estar decidido a no tragarse cualquier cosa, por lo que las majors deberían cambiar su actitud o empezar a temblar.
Efectivamente, Transformers: El último caballero es un auténtico desastres. Esta misma semana llega a las carteleras americanas la que se convertirá en la quinta entrega de la saga robótica, y lo hará tras conseguir el dudoso honor de ser la cinta peor valorada de la franquicia. Con un 83% de críticas negativas en RottenTomatoes, el filme decepcionaba profundamente a todos los que tenían la oportunidad de verlo con antelación.
¿Qué es lo peor? Pues que, además de desacertada, Transformers: El último caballero dura la friolera de 150 minutos de lo más pobres como carta de despedida para Michael Bay y Mark Wahlberg. Al menos, esa es la opinión generalizada. Nosotros tendremos que esperar un mes para ver si los malos augurios se cumplen.