Ya no saben qué hacer para evitar filtraciones. Los responsables de Juego de Tronos saben que tienen entre manos uno de los fenómenos televisivos más importantes que se recuerdan. La serie de HBO consigue pulverizar récords con cada nueva temporada, lo que promete adquirir dimensiones mucho más salvajes de cara a los nuevos episodios que ya se están emitiendo.
Evidentemente, millones de miradas están puestas en cada paso que da la serie. Los fans son incontables, como también las miradas indiscretas. De ahí que el riesgo de filtraciones y de fotografías robadas siempre sera una realidad difícil de gestionar en el rodaje. Este habría sido el detalle fundamental para que los responsables de Juego de Tronos decidiesen tomar medidas más que radicales de cara a evitar spoilers.
Tal y como le confesaba Kit Harington a Jimmy Kimmel hace unos días, una de las fórmulas más habituales para evitar estos problemas es la de rodar escenas falsas. según el actor encargado de dar vida a Jon Nieve, se ha convertido en práctica habitual la de reunir a personajes que no se cruzan ante las cámaras para que parezca que se está rodando una escena que, realmente, no se produce. Ahí es cuando se deja que los paparazzis (especialmente pesados en España) capten instantáneas que luego no se corresponden con la realidad. Interesante artimaña…