Cuando Zack Snyder dejó el proyecto, lo que se enmascaraba era una salida que ya se había producido hace meses. Desde el preciso instante en el que los peces gordos de Warner Bros. vieron el primer montaje de La Liga de la Justicia, todos tuvieron claro que volvían a estar en problemas. Al igual que Batman v Superman y Escuadrón Suicida, aquello no funcionaba de ninguna forma. Por esa razón, la compañía decidía contratar a Joss Whedon (Los Vengadores) para solucionar el asunto.
Según parece, Whedon lleva trabajando en el filme desde principios de año, lo que se traducía en un regreso a set de rodaje para múltiples reshoots. La cinta requería de cambios radicales y del desarrollo de nuevas escenas, por lo que se ponían hasta 30 millones de dólares en manos de un director que tendría varias semanas de rodaje al alcance de su mano.
Así las cosas, los problemas surgidos han sido más que importantes. A las dificultades de calendario de los principales actores se sumaba un detalle con el que nadie contaba: El bigote de Henry Cavill. El actor encargado de dar vida a Superman se escapó unos días del rodaje de Misión Imposible 6. En el filme de Tom Cruise, Cavill lucirá un bigote que, según su contrato con Paramount, no puede afeitarse en el tiempo que dura el rodaje de Misión Imposible. Así, Superman se plantaba en set con un mostacho épico que no podía quitarse bajo ninguna circunstancia.
Finalmente, el actor rodaba todas sus escenas con dicho bigote, por lo que Warner y DC han tenido que gastarse un pastizal en eliminarlo digitalmente de las nuevas escenas rodadas. Ver para creer…