SPOILERS capítulo 7×03 de Juego de Tronos
Las hay más crueles, más sorprendentes y más impactantes, pero ninguna es tan gloriosa como la que vivíamos en el episodio 7×03. Y es que, a pesar de haber puesto punto y final a su andadura por los Siete Reinos, la genial Lady Olenna (Diana Rigg) era capaz de firmar una cruel victoria con su despedida. De hecho, nos sumamos a los miles de comentarios que apuntan a la muerte de la Tyrell como la mejor de la serie.
Nunca las palabras “morir matando” tuvieron más sentido. Después de que los Lannister tomen Altojardín, el mismísimo Jaime Lannister se presenta en los aposentos de una mujer que siempre había parecido ir un paso por delante de sus enemigos. Así, mientras intenta averiguar la muerte que le dará Jaime, Lady Olenna comienza su último trabajo. Poco a poco, la mujer va haciendo que la semilla sembrando en la mente de Jaime referente al miedo hacia su hermana vaya germinando. Después de que el Lannister le confirme que ha traído un veneno indoloro y de colocarlo en la copa de vino de la mujer, esta lo ingiere y se lanza con su última gran obra.
Sentada y sin inmutarse, Lady Olenna recuerda el envenenamiento de Joffrey, el hijo de Jaime y Cersei. Un puñal de dolor va clavándose en el corazón del hombre, hasta llegar al fondo cuando la cabeza de la casa Tyrell confiesa entre regocijo que ella envenenó al joven rey. De esa forma, Olenna revelaba también como las malas artes de su hermana le habían convencido de que Tyrion era culpable de un asesinato que no cometió. Glorisa Lady Olenna.