Somos muy fans de Tom Hardy. El actor se lo ha ganado a pulso a base de firmar grandes películas. El sensacional actor no es de los que cogen cualquier proyecto. Tan capaz de subirse a grandes superproducciones como a proyectos pequeñitos, lo que siempre es una constante en todo ellos es el impresionante nivel de las propuestas.
¿Se imaginan a un personaje capaz de pasarse casi 90 minutos al volante de un vehículo y de pegarnos a la pantalla? pues eso es lo que consigue Steven Knight en Locke. El Ivan Locke al que da vida Tom Hardy se convertía en uno de los grandes personajes del 2014, pero mucha gente nunca llegaba a enterarse. La huida en coche de un hombre que camina por la cuerda floja que separa el abismo del cielo resulta una sacudida de electricidad que perturba todo nuestro cuerpo. Maravilla.
Ivan Locke (Tom Hardy) es un prestigioso capataz de grandes obras que ha tenido que trabajar muy duro para alcanzar su sueño: llevar una buena vida, con un buen trabajo y una familia que le quiere. Sin embargo, un día, en la víspera de su encargo más importante, recibe una llamada que le empuja a tomar una decisión que quizás eche toda su vida por tierra. Desde ese momento tendrá que emprender una peligrosa huida a contrarreloj.
Puede que, sobre, el papel, la propuesta suene bastante radical, pero nada más lejos de la realidad. La calidez en medio del, a priori, minimalismo de la puesta en escena noquea. Trama sensacional y una interpretación propia de un grande como Tom Hardy convierten a Locke en una de las mejores y más originales propuestas de los últimos tiempos.