Siguen confirmándose los peores presagios. Parece que el público comienza a estar harto de los Transformers y lo hace notar. De hecho, más que Optimus Prime y compañía, parece que la causa de que los espectadores ya no conecten con la saga se debe a una falta absoluta de ingenio y novedades. Desde la primera entrega, lo único que ha cambiado es que se introducen más explosiones y robots más grandes.
El pasado fin de semana, Transformers: El último caballero se plantaba en nuestras carteleras. Un mes había pasado desde su aterrizaje en la mayoría de salas del mundo, lo que ya resultaba bastante sorprendente. Además, el filme se había llevado bofetadas de la crítica por doquier y el público había decidido que su recaudación fuese poco más de la mitad que la anterior entrega. Malos precedentes que se han confirmado en nuestro país.
Un millón de euros es el pobre botín de la quinta entrega de Transformers en su primer fin de semana de exhibición. La cinta no era ni capaz de superar los 1,1 millones logrados por Spider-Man: Homecoming en su segunda semana en cartel. De hecho, comparándola con la anterior entrega, la cinta casi se quedaba en la mitad de los 1,9 millones alcanzados por Transformers: La era de la extinción. O empiezan a tomar medidas o tiene toda la pinta de que la saga está en serios aprietos.