Una de las grandes citas del verano y del año llegaba entre telas de araña. Efectivamente, nuestro queridísimo Spider-Man afrontaba una nueva etapa completamente nueva con su integración dentro del universo cinematográfico de Marvel. Las esperanzas eran muchas, ya que la Casa de las Ideas siempre ha conseguido sacar lo mejor de sus personajes. De hecho, la concepción de l Peter Parker de Tom Holland resultaba de lo más interesante. Ese adolescente con superpoderes y en pleno instituto es para tomárselo con más humor que el visto en anteriores experimentos. De hecho, el tono desenfadado del personaje funcionaba a las mil maravillas, por lo que no se puede hablar, ni mucho menos, de que Spider-Man: Homecoming haya sido un fracaso. Sin embargo, no ha alcanzado el nivel esperado por un par de detalles importantes.
– Los orígenes: No vamos a negar que ya estábamos un poco hartos de ver morir al tío Ben, pero el personaje de Spider-Man no puede concebirse sin ese instante. Seguro que alguna fórmula narrativa se podría haber encontrado para no ser cansino y abordar tan crucial momento, ya que eso es lo que lleva a Spider-Man a convertirse en un “protector”. Por contra, este Peter Parker encuentra como único empuje su afán por ser un Vengador y unirse a sus ídolos. Efectivamente, se nos queda corto el hecho de que el Hombre Araña solo quiera ser una Rock & Roll Star.
– El humor: Aquí entramos en la gran virtud y el gran defecto del filme. Si nos acercamos a un cintas de alto contenido cómico como las de Guardianes de la Galaxia, nos encontramos con que el frecuente humor funciona a la perfección cuando se alterna con momentos emotivos o trepidante acción. Hay que decir que Spider-Man: Homecoming resulta realmente divertida, pero cuando se da el paso a la tensión final con el encuentro en el coche entre villano y superhéroe, todavía se deja espacio para más bromas que cortan la tensión dramática. Y es que la potenciación del humor requiere que se acote a momentos adecuados.
No estoy para nada de acuerdo con los dos motivos mencionados. El primero, se contradice el mismo autor, “ya estamos hartos de ver morir al tio Ben”. No se explica la historia de Spidey sin ese momento??? Más crucial es el de la picadura que le convierte en lo que es y gracias a Dios no hemos tenido que ver otra versión más! Aquí se nos presenta un Spiderman que ya “ejerce”, no necesitamos ver lo que ya sabemos y hemos visto tantas veces. Además, eso hace que la duración de la peli merezca la pena, ofreciendo cosas nuevas durante todo el metraje, sin alargarlo para ver cosas ya vistas. No me enrrollo más.
El segundo motivo; el humor. Hay que leer más cómics de Spiderman, amigo!! Todo lector aficionado a los comics del trepamuros sabe que Spidey es un cachondo. habla, bromea y vacila SIN PARAR mientras combate, sacando de quicio a los villanos mientras los ridiculiza. De hecho el humor es un rasgo tan esencial en Spiderman como la mala leche lo es en Lobezno. LHay personajes de MArvel que se caracterizan por tener ese caracter, como Rondador Nocturno, Bestia u otros.
Resumiendo, la peli es genial, no le falta de nada y de sobrar algo, yo apostaría por el “intrusismo” y el ansia de notoriedad de Iron Man en cada puñetera peli en la que aparece sin ser el protagonista principal.
La manía que tiene este señor a Spiderman Homecoming es para hacérselo mirar. Supongo que será por la debilidad que ahora parece ser que tiene a The Amazing Spiderman. Le pone dos pegas pero al mismo tiempo dice lo contrario. De traca.
Hace poco puso que es la menos taquillera no siendo verdad. Por qué esa manía a este film?