Todavía se nos hace complicado entender los mecanismos internos de funcionamiento de Hollywood. La Meca del cine te eleva a los altares y te arrastra por el suelo con la misma facilidad. Así, no es extraño encontrarnos con grandes estrellas que, de la noche a la mañana, desaparecen del panorama cinematográfico.
Afortunadamente, proyectos como La suerte de los Logan irrumpen de vez en cuando para recordarnos que el cine tiene muy mala memoria. Y es que la nueva cinta de Steven Soderbergh nos brinda la posibilidad de reencontrarnos en la gran pantalla con dos actrices del calibre de Katie Holmes o Hilary Swank. Estrellas más que brillantes desaparecidas en los últimos años, se trata de dos casos incomprensibles, sobre todo si tenemos en cuenta la juventud de ambas y los dos Oscar de Swank.
La suerte de los Logan de ha convertido en una de las sorpresas más gratas del año. Intentando revertir una maldición familiar, tres hermanos, Jimmy (Channing Tatum), Mellie (Riley Keough) y Clyde Logan (Adam Driver), intentan llevar a cabo un gran atraco durante una importante carrera de coches en Concord, Carolina del Norte.