Somos muy críticos con las series españolas. Esta postura no se debe a un exceso de severidad con los productos de nuestro país. De hecho, lo cierto es que consideramos que el talento patrio es inconmensurable, lo que queda de manifiesto con el nivel de nuestro cine, casi incomparable. En unos tiempos dorados para los creativos españoles, lo cierto es que las series de televisión siguen siendo la asignatura pendiente. Y es que es complicado encontrar alguna que no sea pobre y desatendida en su puesta en escena, así como escasamente original. En cualquier caso, estas cuatro ficciones han marcado un camino que, de seguirlo, todos seremos mucho más felices.
1. Vis a Vis: La serie nos acercaba a la difícil situación de Macarena, una joven frágil e inocente que nada más ingresar en la cárcel se ve inmersa en una difícil situación a la que tendrá que aprender a adaptarse. Además del shock que le supone acabar de golpe con su placentera vida acomodada, pronto descubrirá que demasiada gente en la cárcel está tras la pista de nueve millones de euros robados de un furgón. Maravilla trepidante que, pese a su cancelación, volverá a Fox con una nueva temporada.
2. Isabel: Isabel la Católica se convertía en el epicentro de una serie realmente brillante en todos los sentidos. Un sensacional reparto liderado por Michelle Jenner se convertía en la piedra angular de una ficción realmente cuidad en todos sus aspectos.
3. El ministerio del tiempo: Seguro que tenemos mil defectos, pero lo que nos sobra a los españoles es historia. Eso de estar en el centro de todo y en la parte del mundo donde se ha partido el bacalao tradicionalmente tenía que servir de algo. Difícilmente se puede encontrar una serie tan brutalmente original como esta en la que nuestros protagonistas viajan a trabes de puertas del tiempo para detectar y detener a aquellos que quieren trastocar la historia en su beneficio.
4. Crematorio: En los años 90, un constructor sin escrúpulos (Pepe Sancho), que ha amasado una gran fortuna con empresas agrícolas, se dedica a hacer negocios en el litoral español. Tras la muerte de su hermano, crea un gran entramado empresarial y urbanístico que lo convierte en el hombre más poderoso de Misent, una ciudad imaginaria del Levante español. Con grandes dosis de realidad y talento, la serie protagonizada por Pepe Sancho se convertía en Los Soprano de la ficción nacional. Imprescindible obra maestra.