No es uno de los puestos de trabajo más seguros de la televisión. Cualquier interprete de The Walking Dead ha de ser plenamente consciente de que, en cualquier momento, puede quedarse al paro. Y es que la exitosa ficción de la AMC ha creado, en medio del apocalipsis zombi, el caldo de cultivo ideal para que ningún personaje esté seguro. Cualquiera puede morir en cualquier momento, pero no todos los actores se lo toman igual.
De sobra es conocido que Laurie Holden nunca ha estado demasiado contenta con el final de Andrea. Dado que su personaje era uno de los fijos de los cómics más allá del número 100, la actriz no podía imaginar que su Andrea fuese a desaparecer al final de la tercera temporada. Algo en lo que volvía a insistir en un reciente encuentro con fans.
“Me parece un total error la adaptación del personaje de la Andrea de los cómics al de la televisión. Esa historia con el gobernador y su final me parecen cosas completamente absurdas”, confesaba Laurie Holden. Y razón no le falta, ya que Andrea nos habría venido de miedo en la lucha contra Negan y sus Salvadores.