La fiebre de superhéroes está disparada. Tras muchos años plagados de desastres del género, el salto de superhéroes de viñetas a la gran pantalla ha pasado a ser sinónimo de éxito. Cuando Batman, Iron Man y compañía se dejan caer por una sala de cine, el resultado no es otro que cantidades ingentes de dinero amasado. Si a eso le sumamos el sensacional nivel cinematográfico mostrado por muchas producciones, la ecuación ya arroja un resultado más que interesante.
Sin embargo, los superhéroes no son patrimonio único del cine. El mundo de la televisión está apostando por ellos cada vez con más fuerza. De hecho, muchas son las series que triunfan en la pequeña pantalla. Incluso Marvel y DC están desarrollando sus propios universos televisivos. Muchos productos, pero toda lista tiene un primer puesto.
A día de hoy, la realidad es que Gotham, Legion o Jessica Jones nos han encandilado, pero hay una serie que sigue estando por encima del resto: Daredevil. El Matt Murdock de Charlie Cox es una auténtica maravilla. A la espera de su tercera temporada, la excelencia alcanzada por la serie de Netflix resulta incuestionable. Tan violenta y oscura como cabría esperar, la puesta en escena roza también lo espectacular. Y es que, a día de hoy, Daredevil sigue siendo la rival a batir.