Una extraña maldición rodea a Blade Runner. Después de estrenar la cinta original, la decepción era mayúscula. El filme de Ridley Scott se comía una leche épica en la pequeña pantalla, lo que no impedía que, con el paso de los años, se convirtiese en la más aclamada película de ciencia ficción de la historia. Cinematográficamente, su calidad era incuestionable. En cuanto a rentabilidad, la cosa dejaba bastante que desear.
Casi 35 años después, todo el mundo miraba desconfiado a la secuela de Dennis Villeneuve. Sin embargo, el trabajo del director era sobresaliente, firmando una de las mejores películas de los últimos años con Blade Runner 2049. Lo curioso es que, como ocurriese con el filme original, la taquilla ha quedado lejos de lo esperado. No se puede hablar de estrepitoso desastre, pero si de notable decepción.
Tras su primer fin de semana de exhibición, Blade Runner 2049 acumulaba 81 millones de dólares alrededor de todo el mundo. Una cifra que supone casi la mitad de lo esperado a estas alturas. Las previsiones eran muy elevadas para un proyecto que se iba hasta los 150 millones en gastos de producción y otros 100 en publicidad y distribución. A día de hoy, el sensacional acabado del filme hace pensar que el boca-oreja podría darle un impulso importante. En cualquier caso, Blade Runner 2049 quedará lejos de ser el exitazo económico que se esperaba.