Es el gran momento de una cinta gloriosa. El cine del nuevo siglo en general, y el de superhéroes en particular, están profundamente marcados por El Caballero Oscuro. La trilogía de Batman desarrollada por Christopher Nolan alcanzaba la cumbre gracias a un filme glorioso. Buena parte de la culpa del éxito la tenía el desaparecido Heath Ledger. Y es que el actor se marcaba un trabajo inolvidable como Joker, hasta el punto se marcarse una de las mejores interpretaciones de la historia del cine.
De entre todos los momentos inolvidables del filme, el interrogatorio de Batman al Joker se lleva la palma. La gloriosa escena en la que el Guasón coloca al héroe de Gotham en la tesitura de elegir entre Harvey Dent y su Amada Rachel no podría ser más perfecta. Un secuencia que Christian Bale explicaba en THR.
“Como ves en la película, Batman empieza a golpear al Joker y se da cuenta de que no se trata de un adversario cualquiera. Porque cuanto más le golpea, más disfruta, más le satisface. Heath se estaba comportando de una manera similar. Estaba tratando de incitarme. Yo le decía: ‘¿Sabes qué? En realidad no tengo que pegarte de verdad. Va a quedar igual de bien si no lo hago’. Y él insistía: ‘Vamos, vamos, vamos…’. Estaba vapuleándose a sí mismo, y había paredes alicatadas dentro de ese set que rompió y abolló al lanzarse contra ellas. Su compromiso era total”.
Cada golpe de la mítica secuencia fue real gracias a un Heath Ledger que llevó su trabajo al extremo más absoluto.