Ha sido un paso atrás impresionante. The Walking Dead llevaba tiempo mostrando preocupantes síntomas de agotamiento. Tras el impresionante dato con el que volvía su séptima temporada, la cuesta abajo se hacía evidente. Y es que el cliffhanger con el que arrancaba la séptima temporada y la irrupción de Negan provocaban un salto en la audiencia importante, firmando unos impresionante 17,03 millones de espectadores en la televisión americana. La serie se quedaba muy cerca del récord marcado por el comienzo de la quinta tanda de episodios. Por aquel entonces, la llegada a Terminus congregaba a 17,29 millones de espectadores.
¿Qué ha pasado con el comienzo de la octava temporada? Pues que la serie ha acusado gravemente el sopor de anterior temporada. Muchos espectadores se iban quedando por el camino, hasta dejar un dato más que preocupante con el comienzo de la octava entrega: 11,4 millones de espectadores. Desde 2012 no se veían datos así. Por aquel entonces, nuestros protagonistas habían abandonado la granja y se dirigían a la cárcel. La gran diferencia es que aquellos 10,86 millones de espectadores suponían un descomunal salto de audiencia de cara a la anterior temporada, todo lo contrario que en este caso.
Visto lo visto, ya pueden montárselo bien en los próximos capítulos de The Walking Dead. De lo contrario, Rick y los suyos tienen los días contados.