Las expectativas estaban disparadas, lo que siempre suele ser un problema. Sin embargo, The Punisher ha estado a la altura de las circunstancias. La nueva colaboración entre Marvel y Netflix se traducía en la que, probablemente sea la mejor ficción hasta el momento. Pese a que todavía hay que ser precavidos, no se puede negar que se trata de un trabajo glorioso.
Muchas son las virtudes de la serie protagonizada por Jon Bernthal, pero un detalle ha causado cierta controversia. Este no es otro que la cruda violencia mostrada, propia de las viñetas del cómic, pero menos usual en la pequeña pantalla. De hecho, Steven Lightfoot salía al paso de las críticas. En una entrevista concedida a Vulture, el showrunner de The Punisher explicaba las razones de la apuesta.
“Tomé la segunda tanda de episodios de Daredevil como mi barómetro en términos del nivel en al que apuntaba la acción. Lo tomamos como nuestra línea, y creo que lo hemos mantenido de forma relativamente estable a lo largo de la serie. Creo que lo que fue clave para mí fue que no puedes hacer ‘The Punisher’ sin que sea una serie violenta. Pero creo que siempre ha mostrado el coste de esa violencia. Lo ha hecho lo suficientemente real como para que doliese, y que no fuera frívolo. Creo, en segundo lugar, que vemos que también tiene un coste para Frank. No es que haga las cosas y luego simplemente se marche sin preocuparse. Cada situación en la que le ponemos tenía que tener un coste, tanto físico como emocional”.