Somos muy críticos con la producción televisiva nacional. Pese a varios intentos de nivel destacable, lo cierto es que la edad de oro de las series que se vive en medio mundo sigue sin calar en nuestras fronteras. La cosa no luce. El Ministerio del Tiempo, Vis a Vis o la mítica Crematorio siguen siendo las experiencias más gratificantes de la televisión patria, pero una nueva joyita está a punto de sumarse a ellas.
Se llama Vergüenza y es crema. La nueva producción de Movistar+ nos ha dejado de piedra. Y es que la televisión española se la juega con un producto cargado de mala baba y con tintes de comedia dramática.
Jesús y Nuria son una pareja normal con una vida normal, es decir, en crisis permanente. Él es fotógrafo de bodas y bautizos, pero se cree llamado a algo más sublime: la “fotografía artística”. Ella, con una inestable situación laboral, teme no llegar a alcanzar los objetivos con los que soñó siendo más joven. Juntos, además, tienen un pequeño gran problema. En cualquier situación, están abocados a hacer siempre el ridículo delante de sus amigos y familiares, quedando fatal de la forma más incómoda. ¿Ha contagiado Jesús a Nuria la maldición de dar vergüenza ajena? ¿Hay una cura posible para la grima social?
A un Javier Gutiérrez que sigue en estado de gracia se une, en esta ocasión, la genial Malena Alterio. Ambos intérpretes se marcan un trabajo glorioso en una ficción llamada a darnos muchas alegrías. Por lo pronto, 10 episodios de 30 minutos son la apuesta de está auténtica joyita.