Estábamos esperando ansiosos el momento de empezar a derramar sangre, pero la cosa no ha estado a la altura. Los incontables fans de Vikingos nos las prometíamos muy felices. No es para menos, ya que History Channel había vuelto a ponerse manos a la obra con una nueva y atractiva ficción centrada en la Edad Media. A todos nos venían a la mente aquellos primeros días en los que Ragnar Lodbrok nos arrastraba por un violento y seductor mundo, en el que las intrigas y conspiraciones resultaban adictivas.
Desgraciadamente, Knightfall se quedaba muy lejos de lo esperado. El arranque de la serie suponía toda una declaración de intenciones. Cierto es que la sangre y las batallas no van a faltar, pero poco más. Abordada como los peores pasajes de Vikingos, la serie prescinde de cualquier intento por crear una trama levemente solemne, lo que pronto comienza a acusarse. Algunos lugares comunes terminan por hundir la moral de un espectador que llegaba ávido de engancharse.
Los Templarios dedicaron su vida a cuidar del Santo Grial. Knightfall es un drama histórico que recrea las cruzadas y la vida de esta hermandad, una mirada a los últimos días de los Caballeros Templarios durante el siglo XIV. Ese es el epicentro de una historia a la que poco o nada le interesan los múltiples matices de un tiempo convulso.
Ya flipando, la orden templaria no custodiaba el santo grial… Porque no existe!!! La orden se dedicó a custodiar lugares sagrados, combatir al infiel y establecer los modernos sistemas bancarios, menos fantasía y más historia. Y no, no hay alienígenas.