Si nos lo hubieran dicho hace unos añitos no lo habríamos creído. Allá por el año 2010, Johnny Depp era una garantía de éxito económico y calidad creativa. El público acudía en masa a los cines cuando veía el nombre del actor en la cartelera, mientras que la crítica se deshacía en elogios hacia el extraño y magnético talento de Johnny Depp. Poco podíamos imaginar que su carrera iba a comenzar una cuesta abajo que, a día de hoy, todavía intenta frenar.
Seguramente sea arriesgado achacar toda la culpa a un sólo proyecto. Muchas han sido las circunstancias profesionales y personales que ha llevado al intérprete a la situación actual. En cualquier caso, no se puede negar que un filme se convertía en el punto de inflexión que marca el comienzo de unos años oscuros.
Frank es un turista americano que viaja a Italia para tratar de recuperarse de un fracaso amoroso. Elise es una extraordinaria mujer que deliberadamente se cruza en su camino. Con el incomparable marco de Venecia como telón de fondo, Frank se deja arrastrar por el amor, pero pronto él y Elise se verán envueltos en un torbellino de intriga y peligro. ¿Os suena el argumento? Efectivamente, hablamos de Turistas.
Nada hacía presagiar que el filme pudiese salir mal. Corría el año 2010 y pocos o nadie podían compararse en popularidad a Johnny Depp y Angelina Jolie. Sin embargo, tan flamante pareja de protagonistas no podía salvar un filme con todas las papeletas para resultar un exitazo. La taquilla respondía de forma aceptable, pero eso no era suficiente para evitar el desapego generado por un Johnny Depp que hacía una interpretación cargada de hastío. Era un filme con aires de Oscar al contar con Florian Henckel von Donnersmarck como director (La vida de los Otros), pero que terminaba resultando una de las peores cintas que hemos visto en años. Desde entonces, la maldición de Turistas parece seguir persiguiendo a Johnny Depp.