Se acabó lo que se daba. Tras el horrible año de cine que fue el 2016, este 2017 ha mejorado considerablemente las prestaciones. La nómina de desastres resulta mucho más reducida que el año pasado. Si por aquel entonces teníamos dificultades para hacer una selección de las peores películas ante el exceso de candidatas, ahora al menos podemos decir que no ha sido demasiado difícil elegir las 11 peores películas del año. La falta de originalidad y la infravaloración del público han resultado, como viene siendo habitual, las claves del fracaso para esta docena de decepciones.
- Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar:Jack Sparrow ya no tiene el encanto que tenía. Pese a una taquilla decente, lo cierto es que la última entrega de la saga mostraba síntomas de agotamiento que huelen a definitivos. Ni el buen hacer de un reparto de lujo, ni los regresos de Orlando Bloom o Keira Knightley salvaban de la quema al filme.
- La Gran muralla: Si es otro el que factura semejante barrabasada, lo aceptamos. Pero que sea una cinta de Zhang Yimou todavía nos cuesta creerlo. Matt Damon acudía a la llamada de la industria china con una película de presupuesto descomunal. Un mercenario inglés y otro español son testigos del misterio que rodea a la construcción de la Gran Muralla China; ambos descubrirán que no se construyó para mantener alejados a los mongoles, sino para para detener la llegada de monstruos devoradores de carne humana. No sabemos si es que el dinero se lo gastaron en otras cosas o es que la invasión de monstruos requería más pasta todavía, pero lo cierto es que el resultado tiene aires de serie B y clichés a mansalva.
- Rey Arturo: La Leyenda de Excalibur: Guy Ritchie se nos quedaba corto… O largo. El sensacional director nos ofrecía su particular versión de la Leyenda de Arturo, dejándonos algún que otro momento interesante, pero que terminaba por perderse en lo excesivo del global. Precipitada constantemente, resulta difícil quitarse la sensación de que el metraje se recortó dramáticamente. Cuando sacas un elefante de 200 metros en el segundo plano, el listón queda demasiado alto.