Eli Roth no es de andarse con medias tintas. Al responsable de Hostel o Infierno verde le gusta liarla parda. Sangre y violencia desmedida son rasgos habituales en un cineasta de esos que no dejan a nadie indiferente. Si a la ecuación le metemos la figura de Bruce Willis, no es de extrañar que Death Wish haya pasado a ser una de las películas más esperadas de los próximos meses.
Tras sufrir una brutal agresión su mujer y su hija, Paul Kersey, un ciudadano normal de Nueva York, decide vengarse acosando a todos los delincuentes de la ciudad que actúan por la noche. ¿Os recuerda a algo? ¿Y si le ponemos el rostro de Charles Bronson al individuo en cuestión?
Efectivamente, allá por 1974 el inolvidable actor protagonizaba El justiciero de la ciudad y su secuela Yo soy la justicia. Ambas cintas provocaban cierta polémica por su abordaje de la justicia libre, pero también se convertían en cintas imprescindibles de aquellos días. Ahora, más de cuatro décadas después, parece que el nuevo justiciero al que da vida Bruce Willis no se anda con remilgos. De hecho, todos hablan de la cinta más violenta de un año que no ha hecho más que empezar. El próximo 2 de marzo saldremos de dudas.