Era la apuesta más ambiciosa de la historia de Netflix. En su afán por crecer cada día más, Netflix decidía poner 90 millones de dólares en las manos de David Ayer para rodar Bright. Con un reparto liderado por Will Smith y Joel Edgerton, la cinta se presentaba como una clara apuesta por hacerse con el favor de crítica y público, pero el estreno no resultaba como cabía esperar. La crítica machacaba al filme, lo que provocaba ciertos temores en el seno de Netflix. Afortunadamente, la audiencia venía a rescatar a Bright.
Tal y como afirmaban en Netflix, el filme se convertía en el mayor éxito de visionados de la historia de la plataforma durante la primera semana. Así, pese a que todavía falta mucho para que la cinta comience a arrojar beneficios, lo cierto es que Netflix no ha dudado en confirmar que habrá una segunda entrega de Bright, en la que sus dos protagonistas repetirán.
Ambientada en un presente alternativo donde los seres humanos, orcos, elfos y hadas han convivido desde el inicio de los tiempos, dos policías con perfiles muy distintos patrullan juntos. Uno es el humano Ward (Will Smith), y el otro el orco Jakoby (Joel Edgerton). Ambos inician una guardia nocturna que cambiará el futuro y el mundo que conocen. A pesar de sus diferencias personales, deberán trabajar juntos para proteger a una joven elfo y una misteriosa reliquia -una varita mágica- que, de caer en las manos equivocadas, podría destruirlo todo.