Hay veces que uno carece de la suficiente visión como para darse cuenta de que lo que tiene ante sus narices es un proyecto glorioso. Seguramente, muchos de los asiduos a Netflix hayan vivido esa situación al pasar por encima de una cinta titulada La espada del inmortal y que es una joya de las que no se ven todos los días.
Manji ve cómo su hermana pequeña es asesinada frente a él, iniciando entonces su venganza. Una misteriosa mujer aparecerá ante Manji, otorgándole eterna juventud e inmortalidad. Entonces, los padres de Rin Asano serán asesinados por un grupo de espadachines llamado Itto ruy, siendo el estudio de esgrima de sus padres destruido. Para vengarse, pedirá ayuda a Manji, y ambos lucharán contra los Itto ruy.
Con ese argumento, el sensacional Takashi Mike (Hara-Kiri, 13 asesinos) se lanza con la adaptación a imagen real del manga de Hiroaki Samura. ¿El resultado? Pues una de esas cintas en las que se navega por ríos de sangre, pero en la que el frenético estilo de Mike no desaparece ni un solo segundo. Impresionante puesta en escena y una de esas espirales de venganza tan típicas del cine oriental en una película imprescindible.