La casa más terrorífica de la historia tiene nuevos inquilinos. Nunca había sido un lugar demasiado acogedor. Desde su construcción a finales del Siglo XVII, la mansión de Amityville (Nueva York) siempre fue centro de leyendas oscuras e historia negra. El hecho de que John Catchum construyese la misma sobre un lugar donde los indios dejaban morir a los moribundos y enfermos no ayudaba a que las perspectivas fuesen demasiado buenas, pero la condena a muerte del propietario por brujería y el posterior entierro en el sótano de la misma terminaría por fraguar la leyenda de una mansión que siempre ha sido lugar recurrente para el cine de terror.
El 13 de noviembre de 1974 terminaba a fraguarse la leyenda, cuando Ronald De Feo, hijo mayor de la familia que vivía en el lugar, decidía asesinar a sus padres y a sus cuatro hermanos. Era el comienzo de una serie de hasta 11 películas que intentarán llegar a la excelencia con la decimosegunda entrega de la saga.
Frank Khalfoun (Maniac) se pone al frente de un filme que lleva a Jennifer Jason Leight (Los Odiosos Ocho) y a Bella Thorne (Juntos y Revueltos) a la temible mansión para protagonizar Amityville: El despertar. Con muchos meses de demora respecto a su estreno americano llega la cinta, pero tampoco habría pasado nada si siguiese en espera. Porque, queridos fans del terror más puro, tened cuidado con vuestras expectativas si os lanzáis a ver Amitiville: El despertar este fin de semana. La película aterriza en nuestras salas el 2 de febrero, pero más vale ir preparado para encontrarse con una compilación de lugares comunes en la que parece que todo el mundo trabaja con pereza.