Hay dos cosas que nadie puede discutirle a Jennifer Lawrence: Talento y sinceridad. Cada vez que se pone ante las cámaras, la intérprete nos demuestra por qué es una de las mejores intérpretes del planeta. Mientras tanto, cuando lo que tiene delante es un micro, Lawrence garantiza que hablará sin filtros. Si no, que le pregunten a Daniel Day-Lewis.
“Duré viendo la película como tres minutos. Pido perdón a cualquiera que le haya gustado. No podía darle más tiempo. ¿Es solo sobre ropa? ¿Sobre un sociópata narcisista que es artista y todas las chicas se enamoran de él porque les hace sentir mal consigo mismas y esa es la historia de amor? No la he visto, así que no lo sé.”
Efectivamente, el hilo invisible no es muy del gusto de Jennifer Lawrence. Cierto es que Paul Thoman Anderson nunca ha sido para un público muy mayoritario, pero nadie puede negarle a la actriz su derecho a que no le guste una de las películas candidatas al Oscar. Sea como fuere, solo por la actuación de Daniel Day-Lewis ya habría merecido la pena aguantar un poquito más en la proyección…