Un grupo de amigos de la universidad se reúnen para emprender un viaje de senderismo por los montes de Suecia, con la finalidad de rendir homenaje a uno de ellos, muerto de forma violenta. Su objetivo no es otro que el de recorres los parajes del Círculo Ártico con la intención de rememorar los años universitarios. Cuando se internan en el bosque, una presencia amenazante empieza a acosarles, convirtiendo el viaje en una lucha a vida o muerte.
Hace unos días, Netflix presentaba en sociedad The Ritual. Aclamada por crítica y público en su paso por varios festivales (Sitges incluido), la cinta se presentaba como uno de los grandes proyectos de terror del año. De hecho, Netflix pagaba 5 millones de euros por hacerse con los derechos de explotación de una cinta que adapta la exitosa novela de Adam Nevill.
Muchos esperábamos ansiosos la propuesta de terror. Y es que los avances prometían hacer que Rafe Spall, Rob Hames-Collier y compañía pasasen las de caín. Así aterrizaba una cinta más que interesante. The Ritual funciona a las mil maravillas, convirtiéndose en uno de los mayores aciertos de la compañía. Sin ser la octava maravilla del mundo, nos encontramos con una de esas películas capaces que clavarte al asiento y de conseguir mantenerte al borde del grito durante hora y media. Efectiva en su fondo y cautivadora en su forma, The Ritual se ha convertido en pieza imprescindible del género.