Cierto es que siempre será recordado como uno de los astrofísicos más importante de la historia y un científico incomparable, pero no se puede negar que rompió más barreras que las de las estrellas. Stephen Hawking ha muerto esta pasada madrugada a los 76 años de edad, en su residencia de Cambridge. Brillante , ingenioso y con una capacidad fuera de lo común para la divulgación, su figura había sido capaz de alcanzar asombrosas dimensiones. Postrado en una silla de ruedas desde hace décadas, Stephen Hawking supo sobreponerse al ELA, diagnosticado cuando solo tenía 21 años.
Cada día se hacía más difícil, pero nunca imposible. Sobre el papel, la esperanza de vida de Hawking era limitada, pero la enfermedad degenerativa que padecía nunca logró apagar su brillante mente. De hecho, desde hace más de una década se comunicaba con un sintetizador de voz que se activaba con el movimiento de un músculo bajo su ojo.
Historia del tiempo es uno de los libros científicos más importantes de la historia, como también sus teorías sobre los agujeros negros, el Big Bang y un sinfín de investigaciones más. Si embargo, conviene atender a todas sus dimensiones para entender el verdadero alcance de la pérdida. La teoría del todo (James Marsh , 2014) nos acercaba a la historia del astrofísico de forma sensacional. Un tipo que no dudaba en dejarse caer por The Big Bang Theory para recalcar una de sus grandes virtudes: un sentido del humor incomparable.
Se va Stephen Hawking, pero su legado científico y humano perdurará para siempre.