Necesitaba una alegría de estas. Pese a que Steven Spielberg leva una buena racha en el campo dramático con El puente de los espías, Lincoln o la reciente Los archivos del Pentágono, el terreno del cine familiar llevaba unos añitos resistiéndosele. Y es que al veterano director siempre le ha gustado eso de alternar un perfil de películas con otro. De hecho, gran parte del respeto y cariño del público se debe a cintas como E.T. , Indiana Jones o Parque Jurásico.
Sin embargo, los últimos tiempos no habían sido demasiado buenos el terreno del divertimento familiar. Mi amigo el gigante venía a “coronar” una sucesión de patinazos en la que nos encontrábamos Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio o la infame Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Se hacía necesario recuperar la senda del éxito, lo que ha ocurrido con la genial Ready Player One.
Unos sensacionales 181 millones de dólares es lo que ha conseguido amasar en su primer fin de semana la nueva película de Steven Spielberg. Obviamente, el dato es sensacional, pero encima es merecido, ya que se trata de una cinta tan encantadora como divertida. Una nueva maravilla para la filmografía del maestro.