Se ha ido, pero no sin dejar su nombre escrito en letras de oro en la historia del cine. Seguramente, el nombre de R. Lee Ermey no goce de los honores que debería, pero si hablamos del sargento de artillería Hartman de La chaqueta metálica, la cosa se vuelve bien distinta. Icono absoluto del séptimo arte, hoy conocemos la triste noticia de que complicaciones derivadas de la pulmonía que sufría han terminado con su vida a los 74 años de edad.
Han pasado 30 años, pero el sargento Hartman no ha hecho más que aumentar su leyenda. Y es que La chaqueta metálica se convertía en el proyecto más importante de la carrera del actor. De hecho, la apuesta de Stanley Kubrick le salía redonda, ya que permitía a R. Lee Ermey inventar gran parte de las líneas de su guión en una decisión arriesgada y brillante. El resultado no era otro que un sinfín de frases gloriosas e inolvidables. Marine durante 11 años, sabía lo que hacía.
Películas como Arde Mississippi o Seven coronaban la carrera de un actor que siempre se movió por papeles secundarios, pero que fue capaz de dotar cada uno de ellos con su enorme carisma. Un hueco enorme el que hoy deja R. Lee Emery.