El oficial de policía de San Francisco Frank Connor (Andy Garcia) emprende una búsqueda desesperada de un donante compatible para su hijo, gravemente enfermo. Las cosas se complican cuando el donante resulta ser el preso Pete McCabe (Michael Keaton), un peligroso asesino en serie que ve su viaje al hospital como el perfecto medio para conseguir la libertad.
He aquí una de esas cintas de las que ya no se hacen. Con un ritmo endiablado y una asombrosa capacidad para mantener nuestra atención. Y es que Medidas Desesperadas unía a Michael Keaton y Andy García en un memorable thriller. Sin embargo, en un tiempo en el que el cine de acción vivía su mejor época, la película pasaba desapercibida. Demasiados productos potentes del calibre de Con Air, Cara a Cara o Air Force One provocaban que el filme de Barbet Schroeder no lograse la atención merecida.
Dos excelsos actores en un momento dulce de sus carreras. Ese es el ingrediente principal de una película que tiene una virtud de esas que se están perdiendo: Sus 100 minutos de metraje pasan volando. Y es que Medidas Desesperadas engancha al más pintado. De hecho, cada vez que la vemos, nos preguntamos cómo es posible que el cine olvidase durante tantos años a un tipo tan brillante como Michael Keaton. Poderosísimo villano en una película más que recomendable.